domingo, 29 de septiembre de 2013
El principio
En realidad esta no es la historia, es la historia de la historia. No se me conoce como escritor, de hecho no lo soy, se me conoce más bien como el Dj o el Ingeniero para aquellos de los que consigo mas respeto.
Pero en algún momento de mi vida siempre supe que haría esta pausa, dejaría de usar la computadora para hacer más que mixes y códigos HTML o creerme hack.
La pausa la hago hoy, porque no siendo importante la edad, de repente me veo con una hermosa familia a quien, como todo viejo, quiere contarle a los hijos las historias que hizo de chavalo.
No voy a usar palabras elocuentes y frases de editores, apenas y descubro que la pc sirve también para escribir, así que me aventuro en el viaje de las letras e historias almacenadas por años en mi cabeza.
Empiezo contándoles que no siempre fue así, no siempre escribí en el aire. Más chavalo allá por el '95 si usaba papel y hasta era conocedor de la métrica, la rima, el verso y la prosa.
Me apasionaba la literatura, leía tanto que ya no importaba el autor, tampoco me pregunten que no me acuerdo, lo que quería era leer y fue así como en la escuela normal central de Managua me volví el jcalem14.
La combinación de letras y números, entiende a un binomio en mi cabeza, que aún estando claro no es nada magistral ni brillante. Era un chico soñador.
Así pasaron mis años en la escuela normal, desde mi primer año en el '95, una mente sedienta de conocimiento, guapo y popular, bueno eso no es importante, pero es parte de la historia.
En aquel primer año conocí al que se convertiría en mi mejor amigo, se llamaba Moisés. Desde el primer momento nos enamoramos del mismo amor, la poesía. Las batallas eran por quien escribiría el mejor verso, concurso que él gano sólo el primer año.
En aquellos años la escuela normal central era una casa de enseñanza completa. Entre clases de cocina, danza, carpintería, micro world, costura, tejido y no recuerdo cuántas cosas más, desarrollabas habilidades que hoy a mi edad adulta confieso te hacen sobresalir de los demás.
Un buen día, en un cambio de semestre, llego a nuestra aula una mujer de piel morena, alta, con sonrisa amplia, ojos oscuros, mirada profunda y orgullosa de su pueblo de origen, Masaya. Se presentó a todos como Leticia, la nueva maestra de literatura.
Aquella hermosa morena, la profe Leti, poseía una mente maravillosa, guardaba en ella grandes conocimientos literarios y a ella le debo los primeros pasos de los versos que alguna vez escribí. Que si me enamore de la profe Leti? No, me enamore de su mente brillante.
Empece a escribir en un cuaderno "un libro" cada día en el receso de la tarde, se lo llevaba a la profe Leti para que lo revisara. El cual devolvía al día siguiente cada mañana con las correcciones.
En ese andar de anocheceres y amaneceres, me convertí en el presidente de la escuela. Y mi mente se distrajo con ideas políticas y proyectos para la escuela. Nos volvimos el flamante partido JNA 'jóvenes normalistas activos' en aquel entonces la mente daba para eso y así gobernamos los 6 años que estuve en la escuela normal.
Para el invierno del '97 se nos dio a conocer una idea de la UNESCO llamada el Parlamento Mundial de Niños. La idea sintetizada era llevar a dos niños de cada país de América al parlamento francés y exponer nuestras ideas. El concurso duró 1 o 2 meses, no recuerdo bien. El asunto, ya me distraje un montón de la historia, es que resulte ganador en una serie de pruebas y viaje a París, Francia a exponer mis ideas, la primera vez que salí de mi linda Nicaragua.
En la preparación para exponer mis ideas ante parlamentarios, mi mente dejó de crear versos y prosas para aprender lineamientos políticos, historia y otras tantas cosas, empece a parir ideas "de nación"
El viaje se hizo, las ideas se expusieron y crecieron. Pero en aquellos tres días después de presentarme en el Parlement des Enfants recorriendo El Palacio de Versalles y El Museo del Louvre despertó en mi el poeta dormido.
Escribí tanto que mi cuaderno se volvieron cuatro en pocos días. Al fin había terminado "mi libro" y volví ansioso a mi país.
La profe Leti ya no estaba, habían cambiado la piel morena, cabello negro y ojos oscuros, por un cabello rubio, piel blanca y ojos claros, la profesora Martha.
En un mes de clases con ella, pude descubrir que la mente brillante seguía estando ahí, el rostro no era el mismo pero aún estaba ahí.
UNESCO exigía el libro con mis memorias para editarlo y sumarlo a otros tantos en una edición especial con todos los otros de América para que queda historia de aquel evento. Así, decidí darle mis cuatro cuadernos a la profesora Martha para su revisión. Una eterna semana le tomo leerlos y finalmente me dijo ya esta listo, llega por ellos a mi oficina hoy en la tarde para devolvértelos.
Pasó el primer receso, el almuerzo, el segundo receso y finalmente por la tarde me dirigí a la sala de maestros en busca de mis cuadernos. Entre, me senté y ansioso esperé los comentarios.
Sus primeras palabras fueron 'magnífico' 'increíble' lo leí y me impresionó y las correcciones son sólo ideas mías, bien podrías obviarlas si lo desearás ... pero...
Desde entonces detestó esa palabra, cuatro letras que preceden la desgracia, el día 27, el fin de algo que no tuvo comienzo ... Pero no encuentro tus cuadernos ... El desastre.
He dejado tus cuadernos en mis escritorio con otros que debía revisar, he salido a comer y cuando volví no estaba ninguno. Fui al grupo al que le correspondían los cuadernos pero nadie tiene los tuyos. Y así paso un día, luego dos, una semana, un mes y los años siguientes hasta hoy.
Esta es sólo la historia de la historia, de un filósofo por ahí.
No se puede contar de un sólo por que sería aburrida y cansada y las noches no tiene tantas horas y el día es un enemigo de la poesía.
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