miércoles, 9 de julio de 2014

... mi amor

Era el año de 1999, el mes octubre y el día 22. Sentado bajo el frió de la noche de vientos románticos, con la estructura que algunos dicen que representa el amor, en la ciudad de los enamorados. Eran las 6 de la tarde en París, impresionado por la torre Eiffel, una coqueta que de noche viste su mejor figura y te enamora. Una banca fría me abrazaba con su cálida bienvenida, un lápiz y unas hojas de papel. 

Hola, aún no te conozco pero se que  llegarás un día, ya te espero, te busco, te quiero y cuando llegues te recibiré con los brazos abiertos. Ahora te sueño con fuerzas, pero aún no te veo, no logro ver tus ojos, tu piel, ni tu boca. Te imagino ahora aquí, lo cual es tonto pues aún no te conozco, ni sabes que reservo para ti el espacio a mi lado.

De ti me aferro cuando estoy triste, cuando la oscuridad me abraza y la soledad ocupa el espacio que llenarás tú cuando estemos juntos. No se si estoy loco, pero ahora te deseo. Suelta ya tus alas, porque los ángeles tienen alas, y vuela a mi.

No se tu nombre y quizás soy un poco presumido pero cuando me conozcas voy a gustarte. Prometo que de mi mano nada podrá dañarte y que no voy a lastimarte. Disculpa si soy atrevido, pero quiero casarme y tener hijos contigo, ser de tu intimidad el dueño y el motivo de tus deseos.

Dime que me amas, no importa que de mi no sepas nada, que aún no nos hayan presentado. Pero si lo haces, te convertiré del mundo la mujer mas amada. No miento y es una promesa que por el resto de los años mantendré por siempre y para siempre.

Usa ese vestido blanco, ese que soñaste desde niña o al ver a tus amigas. Vamos juntos al altar de esa iglesia bonita que elegiste, donde ante Diosito prometerás por siempre amarme. Brindemos y bebamos de nuestras copas con tus amigos y los míos, mis invitados y los tuyos, por este amor que será para siempre.

Deja de vagar por ahí y trae tu soledad para que acompañe a la mía, que juntas hagan una alegre compañía, tengamos una niña que se llame Sofía.

Perdona que ya haya decidido tu vida al lado de la mía, se que aún no me conoces y perdona que aún ni me presente, soy Juan Carlos. Y aunque aún no te conozco, se que estas ahí y como aún no se tu nombre, perdona que te llame  ... mi amor