No dice mucho pero siempre tiene la palabra precisa que estremece tu corazón.
De larga cabellera, ojos color azabache, lentes rosas y sonrisa agradable. Piel canela, largos brazos y piernas.
Su corazón grande lleno de confianza abundante.
Su voz es un maravilloso canto de ángeles celestiales, que estremece la piel y acelera el ritmo del corazón.
La conocí el verano del dos trece, su carisma me cautivó desde el primer instante. Su energía lleno mi ser y su carisma mi corazón.
Pasaban las 8 de las mañana y tomaba el desayuno, cuando me miró y dijo mucho gusto Dj soy Steph. Quise abrazarla pero la pena me ganó. La emoción en ambos fue como el Big Bang, entre sonrisas nerviosas y cargadas de emoción el desayuno terminó.
En el inicio fue un camino lleno de aprendizaje, conocernos y vencer la barrera de los celos, al final ambos amamos y luchamos por el amor de la misma mujer.
Pasaba el día y un viaje al este ayudaba a mejorar la comunicación. Con el sol en nuestras cabezas y el brilo del mismo en nuestros pies el viaje transcurrió.
Dejamos el suave suelo para pasar a uno más sólido y estable, datos históricos de batallas de nuestro país salían de un interlocutor, mientras me invadía el silencio y mataba las palabras que mi boca quería expresar.
Con el sol en el horizonte, volvimos al origen, entre quesillos y coca cola la platica parecía fluir. El tráfico fue un buen cómplice. Nos hicimos buenos amigos.
Con el tiempo somos confidentes, cada texto o conversación que tenemos nos une más.
Ahora yo soy su papi lindo y ella ...
... Ella es mi princesa.
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